La ética profesional es el conjunto de normas de carácter ético aplicadas en el desarrollo de una actividad laboral y nos marca ciertas pautas y conductas para el desempeño de las funciones de un cargo en una Organización en donde los valores universales se relacionan, pero también las competencias y la capacidad de cualquier profesionista.
La competencia es un saber, saber hacer y un saber ser
¿Hacer o saber hacer?
No es lo mismo y por sentido común podemos percatarnos de la diferencia. Sin embargo, en el mundo actual de los negocios está comprobado que un 70% de los profesionistas que ocupan un cargo no tienen las habilidades suficientes para ser competentes y desempeñarse en un 100% en su puesto actual. Y por otro lado, un 80% de los candidatos son rechazados para una vacante por las mismas razones según Elizabeth Paullada, Directora de Page Personnel y Page Interim.
Vamos a partir desde el principio de los tres saberes:
- Saber: Es la parte cognitiva adquirida en la formación académica: el conocimiento
- Saber Hacer: Es la aplicación, es decir, la práctica de lo cognitivo (saber): las habilidades
- Saber Ser: Es la parte de las emociones encargada del desarrollo humano: la actitud

Pero, ¿qué falla?
El sistema escolar del país sólo desarrolla la parte del saber; no está diseñado para transmitir y desarrollar las habilidades necesarias que el profesionista requiere. Sí, un título te acredita como un licenciado o como un profesional egresado con ciertos conocimientos propios en determinado campo y los postgrados y especializaciones refuerzan aún más el saber, pero ya en el mundo laboral estás a la deriva.
Hoy en día debemos entender que es más importante saber aprender cosas en el momento en que las necesitemos y no aprender por aprender, lo que genera exceso de información e irónicamente es la causa principal de la falta de conocimiento actual. Esto es un reto para el sistema escolar, una actitud de “desaprender”, de flexibilidad, de renovación. ¡El mundo siempre está en renovación! Y debemos llevar su ritmo.
La formación escolar es sólo la teoría y el principio de la carrera profesional. La vida laboral se trata del saber hacer y el saber ser, esa gran parte del pastel que se desarrolla adquiriendo habilidades y convirtiéndote en un profesional competente en la práctica.
Tus competencias son la medida de tus habilidades
El proceso de formación y desarrollo de profesión deberá permanecer a lo largo de toda la vida activa de cualquier persona para no quedarse atrás en la carrera, o más bien maratón profesional, y ser un profesionista con ética llenando realmente las expectativas requeridas y que su puesto exige según distintas circunstancias. No sólo hacer por hacer, lo que definitivamente no entra en la ética profesional.
Así, tanto el individuo como las empresas deben cargar con la responsabilidad de cubrir ese gap existente entre el talento natural y el desempeño deseado.
El éxito y la trascendencia de una empresa recaen al 100% en las habilidades de su equipo para sobrevivir en el mundo de los negocios cada vez más globalizado y estar un paso adelante.
En AMA GLOBAL estamos conscientes de los tres saberes y de la importancia de la ética profesional que requiere el equipo de cualquier empresa. Continuamos la trayectoria profesional
Formamos para ser, no sólo para hacer