¿Alguna vez has notado que cuando las personas se apasionan por lo que están diciendo sus gestos automáticamente se vuelven más animados? Sus manos y brazos se mueven haciendo hincapié en ciertos puntos y transmiten entusiasmo.
Puede ser que no hayas sido consciente de esta conexión antes, pero instintivamente la sientes. La investigación muestra que las audiencias tienden a ver a las personas que usan una gran variedad de gestos en una luz más favorable. Los estudios han encontrado que las personas que se comunican a través de gestos activos, tienden a ser evaluados como cálidos, agradables y energéticos. Mientras que aquellos que permanecen quietos (o cuyos gestos son mecánicos o rígidos) son vistos como lógicos, fríos y analíticos.
Esa es una de las razones del por qué los gestos son tan importantes para un Líder y por qué el usarlos en una presentación conecta poderosamente con una audiencia.
He visto a los altos ejecutivos cometer errores de novato. Cuando los Líderes no usan los gestos correctamente (si dejan que sus manos cuelguen sin fuerza hacia un lado, las esconden en los bolsillos o asientan sus manos en frente de sus cuerpos en la posición clásica, sugiere que no reconocen la importancia de los problemas cruciales, no tienen ninguna inversión emocional en los temas o no se dan cuenta del impacto de su comportamiento no verbal en la audiencia.
Todos formamos impresiones de un orador que nos ayudan a determinar cómo interpretamos lo que el orador está diciendo; la impresión que tenemos acerca de la fiabilidad de una persona es un factor crítico en la Comunicación Efectiva. Si una audiencia no confía en el presentador, o al menos piensa que no cree plenamente lo que está diciendo, entonces será casi imposible para el presentador trasmitir su mensaje.
La confianza se establece a través de la congruencia: la alineación perfecta entre lo que se está diciendo y el lenguaje corporal que lo acompaña. Si los gestos de quien habla no están acorde a las palabras que dice, el público consciente o inconscientemente percibirá la duplicidad, la incertidumbre o (al menos) un conflicto interno.
Aunque las personas pueden no estar conscientes de lo que están haciendo, los miembros de la audiencia también están evaluando la sinceridad de un Líder por la coordinación de sus gestos: los gestos auténticos empiezan décimas de segundos antes de que las palabras los acompañen. O bien precederán las palabras o serán coincidentes con las palabras, pero nunca vendrán después de las palabras.
Para usar los gestos con eficacia, los Líderes tienen que ser conscientes de cómo esos movimientos serán percibidos. Aquí hay algunos gestos comunes y los mensajes detrás de ellos:
Gestos emblemáticos:
Algunos gestos tienen un significado acordado para un grupo y se utilizan conscientemente en lugar de palabras. Estos se refieren a los gestos emblemáticos y al igual que las palabras que representan, se procesan en el hemisferio izquierdo del cerebro. Aprendemos los gestos emblemáticos en casa, en la escuela y en otros entornos sociales, por lo que generalmente difieren de cultura a cultura. Así que recuerda que lo que puede ser una comunicación eficaz en una cultura puede llegar a ser ineficaz o incluso ofensivo en otra.
Los gestos emblemáticos utilizados en EE.UU incluyen el signo de pulgares arriba que se entiende comúnmente como “buen trabajo”, “Ok” o “todo está bien” y el de la mano mecedora donde la palma mira hacia abajo y los dedos hacia afuera y la mano se tambalee de izquierda a derecha significa “regular” o “tal vez”.
Gestos tranquilizantes:
Cuando se está nervioso o estresado, las personas se pacifican a sí mismas con una variedad de auto-gestos. Se frotan sus piernas, tiran de sus cuellos o cruzan sus brazos para sostenerlos en una especie de auto-abrazo. En una presentación, cualquier gesto pacificador (incluyendo retorcerse las manos, frotarse la frente, jugar con las joyas o el cabello, etc.) hace que un Líder se vea dudoso, no preparado o inseguro.
Gestos Ilustrativos:
Todo el mundo produce gestos de manera espontánea y sin darse cuenta cuando habla. Rara vez podemos pensar en nuestros gestos de manera consciente, pero en la práctica los usamos con gran eficiencia y sofisticación para cubrir una gama sorprendentemente amplia de comunicación.
A veces los gestos se utilizan para ilustrar físicamente un punto, como cuando se apunta a un párrafo en particular en un contrato o al mover tu mano a la derecha cuando le dices a alguien dar vuelta en dicha dirección. Otros gestos son señales inconscientes que dan al espectador una mirada de las emociones, motivaciones o actitudes del orador, Éstas incluyen:
- Palmas abiertas en un ángulo: Gestos con las palmas (inclinadas en un ángulo de 45 grados) que muestran señal de apertura. Al ser veraz o comunicativo, las personas tienden a usar gestos de apertura mostrando sus palmas y muñecas y extendiendo manos y brazos como diciendo, “Mira, no tengo nada que ocultar”.
- Las palmas hacia arriba: Cuando las palmas se giran hacia arriba y los dedos se extienden, en una posición suplicante prototípica, se comunica la falta de algo que el hablante necesita o está solicitando.
- Las palmas hacia abajo: Los hablantes ponen hacia abajo sus palmas en señal de poder y certeza. Ésta también es señal de control, como al tratar de calmar una audiencia.
- Palmas verticales: Los gestos de palmas verticales con las manos rígidas se utilizan a menudo para demostrar la necesidad de una precisa medición o para vencer a un ritmo que da énfasis a ciertas palabras.
- Manos apretadas: Cuando el hablante aprieta un objeto firmemente, aprieta las manos detrás de la espalda o riza las manos en puños es señal de ira, frustración o una manera no verbal de decir “Me estoy aferrando a algo y no lo voy a abrir para ti”. Dependiendo el contexto, el gesto de puño cerrado puede comunicar una advertencia de que la fortaleza inquebrantable puede ser necesaria para alcanzar un objetivo. He visto a menudo a los Líderes usar un puño para añadir a su mensaje el equivalente verbal de “con poder”, “compromiso firme” o “por la fuerza”.
- Dedo señalando: Un dedo señalando y en movimiento es un gesto paternal de regaño y muchas veces he visto a los políticos y ejecutivos en particular, utilizar estos gestos en reuniones, negociaciones o entrevistas para dar énfasis o para mostrar la dominación. El problema es que en lugar de ser señal de autoridad, un dedo que señala agresivamente sugiere que el Líder está perdiendo el control de la situación y el gesto huele a una intimidación infantil.
- Las manos en las caderas: Ya sea un niño testarudo o un CEO agresivo, las manos en las caderas es uno de los gestos más comunes utilizados para comunicar una actitud desafiante, de súper-seguridad o una actitud independiente.
- Manos ocultas: Las manos ocultas hacen que te veas menos fiable. Ésta es una de las señales no verbales que está profundamente arraigadas en nuestro subconsciente. Nuestros antepasados tomaron decisiones de supervivencia basadas solamente en pedazos de información visual que recogían del otro. En nuestra prehistoria, cuando alguien se acercaba con las manos fuera de la vista,, era una clara señal de peligro potencial. Aunque hoy en día la amenaza de las manos ocultas es más simbólica que real, nuestro malestar psicológico permanece.
- Gestos campanarios: Es común ver a un hablante con un gesto campanario (palmas separadas ligeramente, dedos de ambas manos extendidas y con las puntas de los dedos tocándose) cuando se sienten confiados y cómodos sobre un tema que conocen bien. Los políticos, ejecutivos, profesores y abogados son muy aficionados de utilizar estos gestos cuando hablan.
- Gestos de las manos de entusiasmo: Hay una ecuación interesante en el movimiento con energía de manos y brazos. Si un Líder quiere proyectar más entusiasmo, podría hacerlo aumentando los gestos. Por otro lado, el exceso de gestos (especialmente cuando las manos se elevan por encima de los hombros) pueden parecer erráticos, menos creíbles y menos potentes.
- Gestos de las manos de compostura: Los brazos sosteniendo el peso de la cintura y los gestos dentro de este plano horizontal te ayudan, y a la audiencia, a sentirse más centrados y en compostura. Los brazos en la cintura con una inclinación de 45 grados (acompañados de una postura de amplia anchura de los hombros) es también la postura que aconsejo a los Líderes para asumir entre gestos. Esto los ayuda a mantenerlos conectados a la tierra, llenos de energía y enfocados.
ACERCA
DEL AUTOR
Carol Kinsey Goman, PhD
Es coach ejecutivo, consultora de liderazgo y es speaker internacional principal en eventos corporativos, gubernamentales y de asociación. Ella es autora de The Nonverbal Advantage: Secrets and Science of Body Language at Work, The Silent Language of Leaders: How Body Language Can Help, Hurt How You Lead y el más reciente: The Truth About Lies in the Workplace: How to Spot Liars and What to Do About Them.
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